Pues bien, la verdad es que la decisión de comprarla fue por mero impulso, lo reconozco. No he leído la colección original de Mar-Vell publicada en su Biblioteca Marvel. Todo lo que sé sobre él proviene de apariciones estelares en otras series o crossovers, y de la magnífica Tierra X y sus secuelas. Respecto a Genis, su hijo y quien da nombre a la cabecera, apenas le conocía de Siempre Vengadores, un cómic excelente que precisamente dio pie a esta colección.
A pesar de un cierto escepticismo, no vacilé demasiado. Había leído buenas críticas de la serie, y otras etapas contemporáneas como los Vengadores de Busiek y el Thor de Jurgens me encantaron, así que pensé que todo ello sumado a la presencia de
Peter David como maestro de ceremonias no podía dar lugar a nada malo.
No me equivoqué. Esta colección ha resultado ser una auténtica joya.
Paso ahora a comentar la etapa publicada en grapa, y en otro post haré lo propio con la etapa en tomos, pues son bastante diferentes entre sí. Es una visión a un nivel bastante general, sin entrar en detalles para no estropear una hipotética futura lectura de alguien.
Si me pidieran que definiera esta serie en pocas palabras, quizá diría "Humor", "desarrollo de personajes" y "aventura". Esas tres características son las más notables en la serie, y la hacen dinámica, entretenida y accesible para todos.
La primera de ellas, el humor, está totalmente presente desde el primer número. Desde simples gags totalmente visuales hasta puyas directas contra otros autores (como Rob Liefeld), pasando por referencias sexuales. Sin embargo, hay una que a mí me encanta sobre todas las demás, y es la rotura de tópicos muy vistos. Se hace en otras series, se hace en mis queridos Simpson y en mi querida Futurama, pero el señor David lo hace de forma magistral. Drax el Destructor barajando la posibilidad de que él mismo sea un personaje de cómic, por así decirlo, o el uso de un clon gemelo malvado del futuro de una dimensión alternativa son ejemplos bastante ilustrativos.
Respecto a los personajes, no se puede hablar de un único protagonista. Tenemos a Genis-Vell, héroe novato hijo del Capitán Marvel original, y que aprende a base de golpes a ser competente y a controlar su consciencia cósmica. A Rick Jones, convertido esta vez en una especie de tutor o maestro para el héroe, en vez de ser la situación al revés, como tantas veces anteriormente. A Marlo Jones, esposa de Rick separada de este, y cuya relación con su marido tratan ambos de reestablecer, a pesar de que el Capitán Marvel no se lo ponga fácil. A Dragón Lunar, que tarda unos cuantos números en aparecer pero que se convierte en otro personaje más, tratando a los demás con arrogancia pero intimando con Marlo y ayudando a Genis a controlar sus poderes. A Lorraine, personaje que personalmente me ha encantado, una compañera de reparto de Marlo que muere, pasando a ser un fantasma que tan solo Marlo puede ver. Ese es el magnífico reparto de la serie, dando lugar a constantes situaciones en las que interactúan unos con otros, y que da lugar a que te preocupes a un mismo nivel de si Genis podrá salvar al universo o de si la relación Rick-Marlo llegará a buen puerto.
Finalmente, tenemos el componente que no podía faltar: la aventura. Desde el Imperio Skrull al Microverso, desde Hala, planeta de los Kree a los bosques de Canadá con encuentro con Hulk incluido. Diferentes y variados escenarios que no permiten respiro alguno y que otorgan dinamismo a la serie, con constantes invitados especiales como Hulk, Estela Plateada o los Micronautas (rebautizados por Marvel como los Micrones, por cuestiones de derechos).
La serie es, pues, un camino. Un camino por el que los personajes avanzan para ir madurando. Para que Genis aprendas las costumbres de la Tierra y cómo deber ser un héroe. Para que Marlo y Rick aprendan a descubrirse a ellos mismos y entre ellos... aunque eso tenga consecuencias negativas. Un camino que tiene un punto y aparte en el segundo volumen, publicado en tomos por Forum. En ese alto en el camino, Genis ya ha logrado acceder al mayor potencial de sus poderes... pero solo para crearse nuevos problemas, tanto a él como al universo. Pero eso es una historia para otro día.
En resumen, una serie que no dudo ni un momento en recomendar. Es fresca, divertida, e invita a pensar, aunque esté envuelta en humor. Especialmente recomendada, claro, a fans del aspecto cósmico de Marvel y a fans de Peter David.
Póximamente, indicaré cuáles son los números que más me gustan de esa etapa (en esa ocasión sí que spoilearé más y entraré en más detalles, claro). Y más adelante, como ya he dicho, comentaré el segundo volumen.
Permaneced atentos. Saludos.